¿Cuánto tiempo hay cotizar para renovar tarjeta residencia?

La regla general: 6 meses de cotización

Aunque renovar la tarjeta de residencia depende de varios factores, el tiempo de cotización a la Seguridad Social es uno de los más importantes.

El proceso de renovación puede ser complejo, pero demostrar que hemos tenido trabajo o que disponemos de los recursos económicos suficientes para mantenernos en el país va a ser fundamental.

Por ello, hemos de intentar mantenernos trabajando el mayor tiempo posible durante la vigencia de nuestra tarjeta de residencia.

A continuación, vamos a ver los tiempos requeridos de una manera más precisa, en función del tipo de tarjeta:

Tarjeta de residencia temporal

A la hora de renovar una tarjeta de residencia temporal, se suelen exigir 6 meses de cotización a la Seguridad Social en el año anterior a la caducidad de la misma. 

Sin embargo, para los casos en los que el extranjero no llegue a esta cifra, pero supere los 3 meses de cotización anuales, se establecen unos requisitos que, en caso de cumplirlos, darían acceso a la renovación.

Estos requisitos serían poder demostrar que ha habido una búsqueda activa de empleo, extremo para el que es fundamental estar inscrito en el SEPE como demandante de empleo.

También, poder justificar los motivos por lo que no estamos trabajando en la empresa cuya oferta utilizamos para la tramitación inicial de nuestra solicitud de residencia inicial.

Por último, podremos renovar nuestra tarjeta de residencia si tenemos un contrato de trabajo en el momento de la renovación, estamos dados de alta en la Seguridad Social y tenemos un sueldo superior al salario mínimo interprofesional.

Tarjeta de larga duración

En el caso de la tarjeta de larga duración, los requisitos son distintos. No será necesario aportar un tiempo mínimo de cotización a la Seguridad Social, sin embargo, sí se exige haber residido legalmente en España durante al menos 5 años. 

También se debe demostrar tener la capacidad económica para mantenerse en el país.

Excepciones y flexibilidades a la norma general

En algunos casos, la situación no es tan sencilla, pero también existen ciertas excepciones y una aplicación flexible de la normativa para casos concretos.

Ha de tenerse en cuenta que, aunque suele ir más lenta, la legislación pretende ser un reflejo de la realidad social. Por ello, lo normal es que vaya evolucionando para amoldarse a los cambios sociales.

Dada la realidad y las necesidades del actual mercado laboral, se permite una mayor flexibilidad a la hora de renovar una residencia.

Así, se dan casos en los que personas con una cotización de 3 meses que han sido despedidas pueden renovar su residencia.

En estos casos, en lugar de presentar un contrato vigente en el momento de la solicitud de la renovación, se puede presentar una simple oferta de trabajo..

Situaciones extremas: sin contrato pero con empleo demostrable

Pero la evolución de la legislación va más allá, y demuestra un enfoque más humano y pragmático. Se trata de ciertos casos extremos en los que se puede llegar a renovar la tarjeta de residencia sin necesidad de aportar un contrato de empleo.

Para aquellos supuestos en los que se hayan cotizado al menos 9 meses en un período de 12 meses, o 18 meses en un período de 24, y se esté en condiciones de demostrar que se ha buscado trabajo activamente, pero que la búsqueda no ha tenido éxito, así como que la relación de trabajo terminó por causas ajenas al trabajador.

La clave está en demostrar que el extranjero está poniendo todo el esfuerzo de su parte para encontrar un empleo.

Una renovación más larga

Aunque la primera renovación no va a superar los 2 años, una vez realizada dicha renovación, el plazo se amplía a 4 años, lo cual ofrece al extranjero una estabilidad mayor.

Otra ventaja es que, a partir de la renovación, el individuo podrá trabajar no solo por cuenta ajena, sino también por cuenta propia, lo que amplía significativamente sus opciones laborales en el país y, con ellas, la posibilidad de ampliar su estancia.

Documentación necesaria para la renovación de la tarjeta de residencia

Los trámites burocráticos nunca son del agrado de nadie y el de renovación de la tarjeta de residencia puede llegar a resultar tedioso.

Para facilitar el proceso, hemos hecho un recopilatorio de la documentación que tendrás que presentar a la hora de iniciar una solicitud de renovación. Estos documentos dependen del tipo de tarjeta a renovar.

Tarjeta de residencia temporal

Para renovar una tarjeta de residencia temporal, generalmente se necesita:

• Formulario de solicitud debidamente cumplimentado y firmado (Modelo EX-01).

• Pasaporte válido y en vigor. si el pasaporte ha expirado, se debe presentar el nuevo junto con el antiguo.

• Fotocopia del pasaporte (todas las páginas).

• Tarjeta de residencia actual.

• Certificado de empadronamiento actualizado.

• Contrato de trabajo vigente o certificado de empleo que demuestre la relación laboral.

• Informe de vida laboral actualizado que refleje las cotizaciones a la Seguridad Social.

• Certificado de antecedentes penales del país de origen, debidamente traducido y apostillado (si es necesario).

• Comprobante de pago de la tasa correspondiente (Modelo 790 Código 052).

Tarjeta de larga duración

Para la renovación de una tarjeta de residencia de larga duración, los documentos requeridos suelen incluir:

• Formulario de solicitud debidamente cumplimentado y firmado (Modelo EX-11).

• Pasaporte válido y en vigor.

• Fotocopia del pasaporte (todas las páginas).

• Tarjeta de residencia actual.

• Certificado de empadronamiento actualizado.

• Prueba de medios económicos, que puede incluir:
  • Contrato de trabajo y nóminas.
  • Declaración de la renta.
  • Extractos bancarios que demuestren suficientes recursos económicos.

• Seguro médico (público o privado) que cubra en España.

• Comprobante de pago de la tasa correspondiente (Modelo 790 Código 052).

Errores comunes en la renovación de la tarjeta de residencia

Además de saber cuánto tiempo hay que cotizar para renovar tarjeta residencia, para evitar complicaciones en este trámite, te contamos cuáles suelen ser algunos de los errores más habituales:

• Presentar la documentación incompleta o incorrecta. Revísala cuidadosamente.

• Desconocer los plazos. Apunta las fechas de renovación y programa avisos.

• Ignorar cambios legislativos. Recuerda que la legislación está en constante evolución; mantente al día.

• No demostrar estabilidad económica. Puede que presentar una cotización mínima no sea suficiente, prepárate para demostrar tu solvencia.

• Descuidar tu historial de residencia.